Susana Jiménez, Influencer team leader en OmnicomPRGroup y nuestra experta en Eurovisión, analiza el impacto del festival en redes sociales.
Como ya es sabido, este año RTVE quiso volver a dar a Eurovisión el protagonismo que perdió hace años, rescatando el festival de Benidorm, emitiendo en prime time las semifinales y la final, lo que hizo que algo que se había quedado como residual para los eurofans, impactara a personas que no habían visto Eurovisión en su vida. Y como no podía faltar un “eurodrama”, hubo una gran polémica por la elección y el sistema de votación lo que afectó directamente a la ganadora, Chanel, que vio como sus redes sociales se llenaban de hate (incluso llegó a cerrarse temporalmente Twitter por no poder soportar más tantos ataques).
Pero de esto ha llovido ya mucho y en 3 meses se nos han olvidado todas las críticas que ha tenido que soportar una artista, que te guste más o menos, hay que valorar su experiencia de años en musicales, lo que la permite bailar y cantar cual J.Lo, cosa imposible para la mayoría de los humanos. Ahora, este hate ha mutado en fascinación dando pie al #Chanelazo.