De profesión, desinfluencer

 Esta semana, Susana Jiménez, client Advisor & IM Team Leader, reflexiona sobre la corriente del desinfluencing y por qué se ha vuelto tan popular enter los usuarios.

Si hay una cosa que caracteriza a TikTok es, sin duda, el gran auge de tendencias que surgen día a día. Podemos encontrar “trends” de todo tipo: animándote a imitar el baile de la canción del momento, enseñándote lugares paradisíacos que no deberías perderte, recomendándote restaurantes de moda o mostrándote esos productos (de moda y belleza principalmente) que no puedes dejar de probar. Es por eso por lo que ahora llama la atención una tendencia que se ha hecho viral: el desinfluencer.

Actualmente el hashtag #deinfluencing acumula más de 316 millones de visualizaciones en todo el mundo. Pero ¿en qué consiste este movimiento? Básicamente en enseñar aquellos productos que se han hecho virales y demostrar que realmente no son para tanto.

La popularidad de los desinfluencers en TikTok se debe, principalmente, a que los consumidores se han cansado de recibir consejos que en muchos casos no son reales, y ven con muy buenos ojos el contenido que los desmitifica.

Esta tendencia ha sido iniciada por pequeños creadores de contenido, y parece que a los “top” influencers les cuesta, de momento, sumarse a ella (por miedo quizás a perder patrocinios de marcas afectadas).

En un mundo digital en el que estamos constantemente siendo impactados e incitados a comprar producto tras producto, el usuario valora el recibir un contenido que puede abrir los ojos al ahorro no solo económico, sino a realizar un consumo sostenible.

Así que ahora las marcas, que tanto añoran el volverse virales en TikTok, tienen que valorar que no solo deben lograrlo, sino superar la prueba de fuego del consumidor que va a contar de primera mano y para todo el mundo, su experiencia real.