El humor en redes sociales
El otro día estaba viendo Instagram y quedé inmersa en un bucle de vídeos de marcianos que se reían de los juegos de palabras que hacían. Un contenido divertido y con gran potencial viral que cualquier marca o empresa podría replicar fácilmente.
Lo que me llevó a reflexionar sobre el uso del humor en redes sociales. Ya que, ante contenidos de este tipo, solemos recibir peticiones de clientes que quieren “sumarse al carro” de la viralidad. Pero, por muy sencillo y gracioso que sea el contenido, en ocasiones tenemos que recomendar NO sumarse a estas tendencias.
Está claro que el humor es una forma muy útil de conectar con múltiples audiencias (reconozco ser fan de las cuentas que utilizan los juegos de palabras), pero a su vez es un terreno pantanoso que mal utilizado puede dejarte de “barro hasta el cuello”.
Por eso, me gustaría hacer con vosotros un repaso de los elementos que deben estar bien definidos dentro de un Playbook o estrategia de redes sociales, puesto que solo así podremos sacar verdadero partido al uso del humor.
- Tono: ¿cuál es el tono general de tu empresa? Si es informativo y sobrio de forma general, usar el humor puede sonar incoherente. Si, por el contrario, se trabajan contenidos desde la cercanía y la familiaridad, podemos encontrarle hueco al humor.
- Territorios y frecuencias: los grandes bloques temáticos también tienen que estar definidos en el playbook. Por lo que, si el humor es una línea de contenido habitual, es aquí donde se debe plantear tanto el tipo de humor como la frecuencia de publicación con la que se utilizará.
- Audiencia: por muy viral que sea un contenido, si no resuena dentro de tu audiencia, no vas a conseguir el impacto deseado. Por eso, es importante conocer los gustos de quién te sigue en redes y a quién quieres captar.
- Canales: un contenido no se viraliza igual en todas las redes sociales. Por eso es importante escoger en qué red se debe explotar. E incluso, en ocasiones, encontramos perfiles que tienen su audiencia muy segmentada por canales y es ahí donde podemos jugar también con los límites del humor y nuestra audiencia.
Una vez definidos y concretados los puntos anteriores, siempre recomendamos analizar referencias positivas. Conocer cómo ha funcionado en perfiles similares y cómo ha respondido la audiencia nos permitirá poder corregir los posibles errores antes de lanzarnos a la piscina.
Y para concluir, me gustaría reflexionar con vosotros que, por muy viral que sea un contenido, si no está alineado con nuestro playbook, correrás el riesgo de posicionar a tu marca como el Señor Burns vestido de joven.
