Llega junio, verano y con él, el pistoletazo de salida a los festivales de música con fechas tan sonadas como Primavera Sound, Sónar, A Summer Story o Mad Cool.
Los festivales han sido siempre espacios de autodefinición, ya sea porque la música es afín a tu personalidad, o porque se trata de un entorno en el que los asistentes van a disfrutar sin prejuicios, con todos los brillos posibles, gafas de todos los colores, peinados imposibles, etc. Pero, más allá de la música, las redes han ayudado a dotar de personalidad y estilo a los festivales. Si pensamos en el festival más popular en redes, nos viene a la mente el festival por excelencia, Coachella. Pero Coachella nos evoca los outfits, los flecos y los maquillajes que se hicieron tan virales en los “Get Ready With Me” que publicaban las influencers invitadas, pasando así de ser un festival a una tendencia propia en lo que a moda se refiere.
Pero, en qué momento ¿este fenómeno se trasladó a conciertos de artistas individuales?
En los últimos meses se ha detectado una tendencia al alza, y es que los conciertos han pasado de ser únicamente un momento para escuchar música en directo, a convertirse en experiencias que inspiran, conectan, liberan y que sirven para identificarse. Y algunos dirán que esto siempre ha pasado, pero recientemente, no estar en un macroconcierto, supone perder la oportunidad de generar contenido en tus redes y perder ese “estuve allí y me vestí así”.
Esto se ha visto muy reflejado en conciertos de artistas como Rosalía, que ha conseguido crear un estilo propio que sus fans han adoptado, como las chaquetas de cuero Motomami; Harry Styles, y su Love on Tour en el que los fans van con brillos, boas de plumas, gafas de corazones, etc.; Lola Indigo, ya que incluso ella misma a través de sus redes anima a sus seguidores a llevar un estilo concreto; o la mismísima Taylor Swift, cuyo tour hace un recorrido por todos sus discos lanzados, y en el que sus seguidores pueden decidir de qué era (álbum) elegir su outfit favorito.
Antes, si querías ir a un concierto de tu artista favorita, y parecerte un poco a él o ella, tenías productos satélites, o más conocidos como “merchandising” con el nombre del cantante o el concepto creativo del álbum. Actualmente, si te falta inspiración, las redes, y más concretamente Tiktok, se hacen eco de miles de tendencias y outfits de inspiración que te ayudarán a prepararte para el propio evento, llegando incluso a crearse filtros que te permiten ver cómo te quedaría cierto maquillaje.
Pero, llegados a este punto, me pregunto, ¿hemos perdido nuestro sello a favor de vestir igual que nuestros artistas favoritos o influencers? ¿Ha dejado la música de estar en el centro de estos acontecimientos? En mi opinión, creo que se nos impone el concepto a través de las redes, pero el resto lo marca tu esencia propia, estilo y creatividad. Porque puedes ir a un concierto de Harry Styles el próximo 14 de julio con uno de sus looks icónicos de videoclips o conciertos previos; o seguir tu estilo con un look de flecos, corazones y perlas. Y si no me crees, puedes ver este vídeo en el que cada uno lleva su sello, buscando la autenticidad de uno mismo, pero bajo un mismo concepto.
En definitiva, nadie quiere ir a un festival o un concierto con el mismo outfit que llevaría a la oficina, y el mundo de la moda, la música y TikTok, lo saben