En ocasiones veo influencers

Susana Jiménez González, PR Client Manager & Influencer Marketing Team Leader en Omnicom PR Group, nos habla sobre la nueva moda: la presencia de los influencers en el mundo radiofónico y audiovisual

En ocasiones veo influencers

No descubro la rueda si afirmo que el uso de influencers es algo que hace mucho tiempo que dejó de ser exclusivo de las redes sociales. Pero es muy llamativo que en los últimos meses las principales cadenas de televisión (de pago o no) centren sus programas en creadores de contenido: TVE y su programa estrella Masterchef en el que las dos finalistas eran influencers, El Hormiguero o La Revuelta con sus colaboradores creadores de contenido, numerosos realities basados en la vida y obra de talents o de sus familias, incluso influencers como comentaristas en diferentes programas de entrevista y humor.

Pero sin duda, la noticia de esta semana ha sido la elección de Lala Chus como copresentadora de las campanadas de fin de año de TVE. Polémicas a parte (no entraremos a hablar del bullying gordofóbico injustificadísimo a todas miras que ha sufrido la cómica), la realidad es que se han convertido en personajes habituales de nuestras pantallas (y nuestras ondas, capítulo aparte sería hablar de los podcasts de influencers, si no tienes uno, no eres nadie).

Está claro que es una de las estrategias a la desesperada de la televisión convencional para atraer al público joven. Pero, ¿esto es así? Los jóvenes han dejado quizás de consumir la televisión para centrarse en otras plataformas o soportes como Twitch, pero también consumen contenido de programas tradicionales vía redes sociales: actuaciones con miles de reproducciones, vídeos minuto de oro con miles de likes… son los que más se viralizan y copan el ranking de trending topics (ejemplo Benidorm Fest).

La Gen Z necesita ver a gente que hable su mismo idioma, que traten temas de su interés, con su jerga y humor. Cuando esto da el salto al prime-time o a programas de máxima audiencia como las campanadas, ¿puede producir el efecto adverso? No me imagino yo a mi padre (ya no digo a mi abuela) viendo a estos perfiles sin saber ni quienes son ni qué hacen, e intentando entender qué es “ser influencer” cuando les replique con mi explicación. La diferencia entre “boomers” y Gen Z queda aquí más que latente y lo más probable que ocurra es que baje pues el público potencial, lo que nos lleva a preguntarnos si ser influencer es lo mismo que ser influyente. La respuesta es no.

Perfiles de 1 millón o 2 de seguidores en Instagram sin embargo “en la vida real” no son tan conocidos. Son influencers pero no son personajes famosos, ni influyentes, y por eso necesitan del escaparate de la televisión para convertirse en ello. Así que vayámonos acostumbrando a verlos ya que, como se decía en no sé qué película, “están entre nosotros, están en todas partes”.