Como usuaria y experta en redes sociales, a lo largo de estos años he tenido que ir adaptándome a las diferentes medidas impuestas por las plataformas para crear y publicar contenido. Especialmente en el caso de Instagram, que hasta hace poco seguía obligando a escoger qué parte de la imagen había que cortar.
Sin embargo, con el éxito del formato vertical, las redes sociales están implementando (y fomentando) el uso del formato más inmersivo y visual: el expandido o cuatro quintos. Bien es cierto que ya es un formato que lleva tiempo utilizándose, pero desde que empezó el año es cada vez más común ver publicaciones de este tipo en los feeds de todas las redes sociales.
4:5 el formato de imagen multiplataforma
Este formato, en comparación con los más cuadrados o panorámicos, permite que las imágenes ocupen una mayor parte de la pantalla cuando se navega a través del feed. Por lo que simplemente con el hecho de estar usando ese formato se maximiza el impacto visual con cada publicación. Algo esencial en un entorno tan competitivo y donde la atención del usuario es tan fugaz.
Además, al ser un formato “más grande” el 4:5 también permite incluir textos más legibles en el propio diseño. Algo muy positivo para captar la atención del usuario al que cada vez le cuesta más pararse a leer esos descriptivos que con tanto mimo creamos.
El uso cuatro quintos ya está disponible en Instagram, Facebook, Twitter (siempre será Twitter), LinkedIn y Tik Tok.
Esto me hace pensar que las redes sociales, en su lucha por ser la “red social más usada”, están realizando constantes modificaciones que más que diferenciarse hacen que sea “imposible” para el usuario saber si está viendo contenido en Facebook, Instagram, YouTube o TikTok. Pero, por mucho que las redes sociales se parezcan y, aunque el formato 4:5 facilita enormemente la creación de contenido multiplataforma, no debemos olvidar que las estrategias de réplica de contenido siguen sin tener sentido.
Cada red social continúa estando claramente diferenciada por unos usos y códigos de lenguaje que debemos adaptar para conseguir el verdadero impacto. Por lo que por mucho que ahora veamos más contenido en cuatro quintos, no caigamos en la trampa del “café para todos”. La diferenciación sigue siendo esencial para lograr un impacto verdadero.