La velocidad a la que el humor y el lenguaje de Redes Sociales avanzan, no es apta para todos los públicos.
Un día desconectado, un meme que te pierdes, un meme que no usas, MIL contenidos que no entiendes.
Hace unos días, un video de la influencer Ángela Henche me hizo sentirme tan identificada, que no me ha quedado más remedio que reflexionar sobre esto. Es increíble como a veces las Redes Sociales te hacen sentir mayor, y no me refiero a mayor de tener experiencia, si no fuera de onda, out, viejuna, como que la cosa no va contigo. Igual que cuando intentas hacer un trend de bailecitos en Tiktok… (no me escondo, he intentado aprender alguno sin dar pie con bola) y cuando le vas pillando el truco, llega otro a desbancar el anterior.
El lenguaje evoluciona, pero… ¿Podemos seguirle el ritmo? Más allá de los términos que a muchos nos cuesta utilizar pero ya están más que instaurados y de los cuales hemos hablado en otras entregas de ese Observatorio (véase: padreando/madreando, bro, PEC, morch…) hay nuevas “formas” de dar respuestas e incluir un lenguaje al cual -discúlpenme- sigo sin encontrar sentido. Tanto es así que el contenido de algunos medios no solo se centra en informar de las nuevas tendencias si no que hay noticias completas centradas en explicar, por ejemplo, esta nueva forma de dar respuestas mirando “entre la E y la Y en tu teclado” o “entre la X y la B”, supuestamente, para formar palabras, dar siglas o iniciales de las que tienes que imaginarte la frase hecha, o intuir de algún modo, lo que quiere decir. Bravo por la creatividad pero… ¿es realmente necesario complicarnos así la vida?
En definitiva, el humor y el lenguaje de internet a día de hoy, está hecho para una generación que a todos los que rozamos, o hemos pasado la treintena hace sentirnos un poquito Paco Martínez Soria recién llegado a Madrid.
¿Cuál será el siguiente? Por si las moscas, no os olvidéis este fin de semana de echarle un ojillo a Twitter o Tiktok para evitar volver a decir “lo siento, no lo pillo”.