Desde OPRG, nos parece genial que las empresas adapten su logo. Al fin y al cabo, es una forma de dar visibilidad a un colectivo vulnerable que sigue necesitando apoyo, y de mostrar su compromiso con la igualdad, pero (por favor) seamos coherentes. Si una empresa se preocupa de adaptar el logo a la bandera arcoíris el 28 de junio y de promocionarlo en sus redes sociales, ese apoyo también debe notarse en sus valores, su estrategia de negocio y su compromiso siendo muy transparentes (interna y externamente) durante todo el año. No es cuestión de que ese apoyo se convierta en un mero escaparate (como graduado en marketing, me niego a llamarlo “acciones de marketing”) o en un contenido más del mes de junio.