Nacho Chena, consultor en OmnicomPRGroup, reflexiona sobre el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+ y las campañas e iniciativas en redes sociales que lo rodean.
Nos encontramos en pleno Orgullo, el momento en el que muchas personas alzan la voz por la libertad en identidad y orientación sexual, el momento en el que las personas se unen para celebrar quienes son.
Seguro que os habéis dado cuenta de que, sobre todo esta última semana, las redes sociales se han llenado de color. Y es que, además de todo lo anterior, algunas empresas deciden sumarse a la celebración lanzando sus campañas de visibilidad del orgullo, generalmente adaptando su imagen a los colores de la bandera LGBTIQ+.
Desde OPRG, nos parece genial que las empresas adapten su logo. Al fin y al cabo, es una forma de dar visibilidad a un colectivo vulnerable que sigue necesitando apoyo, y de mostrar su compromiso con la igualdad, pero (por favor) seamos coherentes. Si una empresa se preocupa de adaptar el logo a la bandera arcoíris el 28 de junio y de promocionarlo en sus redes sociales, ese apoyo también debe notarse en sus valores, su estrategia de negocio y su compromiso siendo muy transparentes (interna y externamente) durante todo el año. No es cuestión de que ese apoyo se convierta en un mero escaparate (como graduado en marketing, me niego a llamarlo “acciones de marketing”) o en un contenido más del mes de junio.
Como bien dice la cómica Elsa Ruiz en su Twitter, no hagáis pinkwashing.