La escucha social es la monitorización activa de las interacciones con respecto a una marca, un producto, un sector, etc. Es decir, te permite conocer qué se dice sobre un tema en particular, con qué frecuencia, en qué tono, su impacto… ¿Y qué logramos con el social listening? Logramos entender. Entender qué dicen los consumidores y encontrar así la manera de mejorar. Entender qué dice y qué hace tu competencia. Entender qué pide el mercado, sus cambios. Y todo ello nos ayuda a definir la estrategia, saber dónde estamos y hacia donde nos queremos dirigir.
Como comentaba, el social listening está de moda y cada vez más empresas se animan a contratar estos servicios y a destinar recursos al análisis y la investigación de las opiniones y comportamientos de la sociedad buscando best practices.
En el mercado podemos encontrar gran cantidad de herramientas que nos permiten configurar, a través de una sencilla query, las palabras claves necesarias para que ocurra la magia. Y el siguiente paso es escuchar. Si yo tengo un restaurante y escucho como los clientes alaban el café, ya sé cómo tengo que actuar. Pero al oír como la señora de la esquina con el pañuelo rojo y verde de flores le comenta a su amiga Mari que la bollería deja mucho que desear, y que mejor desayunen unas tostadas, ¿no debería plantearme realizar un cambio? ¿Y si lo mencionan frecuentemente? ¿O si es solo la señora de la esquina con el pañuelo rojo y verde de flores?
Y no nos olvidemos de las tan temidas crisis, claro. Porque otra de las funciones del social listening es prevenir posibles crisis y prepararnos, elaborar planes de contingencia y todo lo necesario para que el daño no llegue a más. La escucha social nos sirve para detectar cuando enciende una hoguera y nos ayuda a actuar, entendiendo el debate generado, y a evitar que esa pequeña hoguera se convierta en un incendio que nos deje sin árboles.
Por muy útiles que sean estas herramientas y por mucho que nos simplifiquen la vida, es importante estar detrás e interpretar lo que nos dicen. Profundizar un poquito más, en definitiva. No me conocéis pero a mí me encanta la música y un plan ideal es irme de concierto. Me gusta Lori Meyers y me gusta Iván Ferreiro, Estopa, Sabina, Coque Malla, Love of Lesbian, la M.O.D.A., Calamaro… Y por Reyes me regalaron entradas para ir a un concierto. Mucha ilusión hasta que leí de quién era el concierto… ¿Qué sí me gusta la música? Sí. ¿Entradas para un concierto? Plan favorito. ¿De trap? NO. Y no. Escuchad, pero escuchad bien.
Pero sobre todo, por muy importante que sea escuchar al consumidor, también es esencial lograr que el consumidor se sienta escuchado.