OT como filón para las marcas, o también llamado: cómo hacer marketing de influencia sin contratar influencers

Chica cantando

Mai Martins, Digital Client Advisor, habla sobre cómo el fenómeno OT gana terreno entre los anunciantes.

Foto de Mai Martins

 

Cuando ya creíamos que todo estaba visto, que la publicidad en Redes Sociales y las estrategias basadas en marketing de influencia repetían patrones como si el día de la marmota se tratase, llega Operación Triunfo y lo cambia todo.


Un grupo de jóvenes completamente anónimos que todavía no saben que se han convertido en creadores de contenido e influencers, o que al menos, no lo tienen interiorizado. Perfiles de TikTok previamente creados para ellos en los que suben contenido diario: que si un GRWM (Get Ready With Me) con Maybelline que supera los 100K “me gustas”, que si el tutorial de un café tricolor con Nespresso, o la creación de su primer videoclip exclusivamente utilizando para su grabación el móvil Google Pixel 8, entre otros.


Todas estas marcas han encontrado la forma de colarse en la academia simplemente haciendo una publicidad basada principalmente en el emplazamiento de producto, ya sea estableciendo sus respectivos corners para que ellos mismos se maquillen o se tomen el café por la mañana, o bien cediéndoles producto para que creen cada uno de los contenidos que suben a sus perfiles en RRSS, como es el caso del móvil que mencionábamos, y que es el único que pueden usar allí dentro.


¿Y qué tiene esto de novedoso, si el emplazamiento de producto es algo que lleva realizándose a lo largo de los años, y en todas y cada una de las ediciones del Talent Show? El secreto del éxito, en mi opinión, no está solo en un factor.

Influye en ello la inocencia de cada uno de los concursantes, creyendo que siguen siendo personas anónimas al estar en un ambiente “burbuja” sin información del exterior. Esto hace que todos sus contenidos, y por tanto sus opiniones sean genuinas, sinceras, honestas y sobre todo CREIBLES para el público potencial, especialmente el más joven.
Este es precisamente el segundo factor, una audiencia muy joven y devoradora de tendencias tanto en TikTok como en Instagram. Público al que por cierto, han sabido llegar a través de OT, marcas que históricamente se posicionaban y dirigían a un sector más maduro, como Mapfre Seguros o ING.


Y por último, pero no menos importante, influye también la visión y el carácter analítico de las marcas, que han sabido anticiparse y ver las oportunidades más allá de que su producto saliese en la “tele”. La creación de contenido está a la orden del día ¿y con qué van a crearlo si su vida dentro de la academia es más bien rutinaria? Con lo que tengan a mano. Por eso la “barra libre” de productos para su uso diario (y cuyas características además son ideales para crear trends) es la estrategia perfecta: omnicanal, económica y lo más importante: muy rentable.

El experimento social que suponen este tipo de programas ha dejado de ser solamente social, y ha llegado ya al siguiente nivel, dando resultados de marketing que no solamente no debemos pasar por alto, sino que debemos tenerlos muy en cuenta de cara a nuestras futuras campañas y acciones con clientes. Ahora solo nos queda saber… ¿qué será lo próximo? Stay tuned!