Regreso al futuro … ¿IV?

Cristina Gómez, Digital Client Advisor, nos analiza la llegada de las Apple Vision Pro y nos cuenta el impacto que pueden tener en nuestra sociedad. 

Gracias a los viajes al futuro con el DeLorean pudimos hacernos una idea de cómo sería este y cómo los avances tecnológicos habrían llegado a nuestras vidas. Y aunque en nuestro 2015 no pudimos ver ni coches ni patinetes voladores, sí que podemos decir que hemos empezado a vivir grandes cambios y avances digitales que están marcando un importante punto de inflexión no solo en nuestras vidas sino también en nuestra manera de convivir, comunicarnos y relacionarnos.

La llegada de las redes sociales, la realidad virtual, el metaverso y la inteligencia artificial, son solo algunos ejemplos de cómo vemos evolucionar nuestro alrededor y cuando pensamos que ya nada puede ir más allá, llega Apple y nos sorprende. Me refiero a sus gafas Vision Pro, unas gafas de realidad mixta, combinando realidad aumentada y virtual que promete una nueva era.

Llevan una semana a la venta en EEUU pero han conseguido llamar la atención de medio mundo. Y es que lo que a priori parece unas gafas de esquí, esconde 12 cámaras, 5 sensores y 6 micrófonos que permiten que la interacción del usuario sea casi de ciencia ficción, integrando el contenido de la manera más orgánica posible con el entorno.

De hecho, ya hemos podido ver en redes cómo han empezado a utilizar estas gafas en el metro,  en un restaurante o para cambiar la cara de tu pareja por otra de un famoso.

Este lanzamiento no solo marca un punto de inflexión para los usuarios sino también abre un gran mundo de posibilidades a las empresas, que incorporarán nuevos métodos de trabajo más eficientes, con nuevas y mejores aplicaciones de recogida de datos. Nuevas oportunidades laborales ligadas a la “computación espacial”, que es como define Tim Cook la funcionalidad de estas gafas, así como nuevas estrategias digitales enfocadas a este novedoso entorno inmersivo.

Pero como ya hemos dicho otras veces, todo cambio y avance tecnológico también lleva consigo una responsabilidad ética y moral, como por ejemplo no usar estas gafas conduciendo, cruzando la calle o si tus interacciones pueden molestar a los que están a tu alrededor. Ya que si con el uso de móviles y redes, nos planteábamos el fin de las relaciones personales como las habíamos conocido hasta ahora, donde las conversaciones se paralizan para mirar el WhatsApp o la última notificación de Instagram o TikTok, ¿qué pasará a partir de ahora si llevamos cada uno de nosotros estas gafas?

Por el momento, como no disponemos de un DeLorean como Marty McFly para viajar al futuro  y ver qué pasará, por ahora lo que sí os podemos adelantar es que al menos las tareas de casa serán más entretenidas.