Twitter X Elon Musk

Esta semana queremos dedicar nuestra reflexión digital de la semana al verdadero bombazo de la semana. Analizamos de la mano de Mónica León, directora de PR Digital, las últimas novedades con respecto a todo lo relativo a Twitter y los planes de Elon Musk en la plataforma. 

El pasado lunes 31 de octubre Twitter aceptó la oferta de compra por parte de Elon Musk. Tras 44 billones de dólares y muchas idas y venidas, Musk cazaba el pajarito y se presentaba, días antes de cerrar el acuerdo, en las oficinas de Twitter (lavabo en mano) para hacer suya la red social.

Al menos esto es lo que todos hemos interpretado a través de los medios y a través de la peculiar retransmisión del proceso desde el perfil de Twitter de Elon Musk, que ahora se identifica como Twitter Complaint Hotline Operator.

La realidad es que, aunque parezca que esta compra vaya a suponer que Twitter será un juego para Musk, la compra financiada de la red social por parte de Musk convierte a Twitter en una empresa privada. Lejos de ser un mero capricho para el millonario, sus intenciones parecen ser las de reforzar Twitter a nivel empresarial, fomentando sus posibilidades de crecimiento y desarrollando nuevas funcionalidades que ayuden a hacer frente a las fake news y los bots que afectaban a su credibilidad.

Musk afirma que su interés reside en la creencia de que “la libertad de expresión es imperativa para el bien de la democracia”, pero la plataforma no respondía a esta premisa tal y como estaba creada actualmente.

Son muchas las especulaciones sobre los futuros cambios en la red social, pero podemos afirmar que algunas de sus intenciones están claras y será esperable que:

  • Se produzcan cambios en la plantilla de Twitter: Algo que ya se ha iniciado y que seguramente sucederá en las próximas horas, ya que se habla del posible despido de 3.700 empleados de Twitter, casi la mitad de su plantilla actual.
  • Se presente una evolución a la hora de verificar las cuentas: Este es sin duda uno de los puntos más polémicos de los últimos días, ya que el propio Musk ha llegado a “regatear” con el precio óptimo para conseguir la verificación de una cuenta de Twitter. Su plan, dice, pasa por rentabilizar la verificación de las cuentas y no depender en tanto de los anunciantes.
  • Se inicie un nuevo proceso de autenticación frente a los bots: Quizás el punto sobre el que más ha hablado Elon Musk, que afirma que no dejará de intentar que Twitter se convierta en una red que deje atrás a esos bots y trolls que, en ocasiones con intenciones políticas o comerciales, influyen en la conversación y en el ruido generado en Twitter.
  • Se establezca un coste para el uso comercial o gubernamental de Twitter, priorizando de alguna forma que la red se aleje del establishment y priorice el uso por parte de usuarios de a pie.
  • Se fomente una mejor experiencia de usuario para competir con redes como Instagram y TikTok.
  • Se apueste por un nuevo algoritmo de código abierto.
  • Sea posible la conexión con Starlink, el servicio vía Satélite de Elon Musk desde SpaceX, facilitando así el acceso a Twitter desde mercados en los que su uso es limitado.

Pese a que las reacciones son muchas y algunos, tanto celebrities como marcas como Pepsi, Walmart o General Motors (competidores de Tesla, también de Musk), han anunciado que pausarán o cancelarán su actividad en Twitter, es necesario ver de qué forma van a materializarse los cambios antes de tomar decisiones precipitadas. Solo el tiempo confirmará si, como Musk pretende, Twitter evolucionará hacia un lugar seguro para todo el mundo o si, por el contrario, los discursos de odio se harán más fuertes.

De forma inmediata, los cambios aún no se han producido y lo único que podemos valorar son especulaciones. Es necesario observar la evolución y valorar si es un canal en el que tanto marcas como usuarios quieren estar o no: analizando posibles cambios en la audiencia, valorando si Twitter seguirá siendo una red de carácter principalmente informativo y considerando qué medidas toma Twitter para frenar el contenido más polémico. Y si no nos gusta, siempre podremos enviar nuestras quejas al nuevo Twitter Complaint Hotline Operator.