Un duro golpe a la credibilidad de los influencers

En esta nueva edición del #ObservatorioDigitalOmnicomPRGroup, nuestra compañera Susana Jiménez González, PR Client Manager e Influencer Marketing Team Leader, reflexiona sobre el caso en el que más de 90 influencers promocionaron una agencia de viajes falsa, algo que pone en entredicho la credibilidad del sector y la urgencia de aplicar filtros éticos y controles reales. ¿Seguiremos confiando en lo que vemos en redes?

En un mundo en el que constantemente se trabaja para dotar de prestigio y veracidad al influencer marketing, es realmente sorprendente y descorazonadora la noticia que se ha hecho viral en los últimos días: la estafa cometida por una agencia de viajes fake que ha utilizado a las influencers como altavoz para sus fechorías.

Este fraude es sin duda un gran golpe para el sector. Resulta realmente increíble pensar que una empresa fraudulenta ha podido “colar” su colaboración a tantas agencias de influencers (en total fueron 90 perfiles los que publicaron esta campaña). Esto abre una reflexión tremenda, en torno a los productos y servicios mostrados por los creadores de contenido.

De todos es sabido que siempre ha estado en tela de juicio por gran parte de la sociedad si este tipo de publicidad era creíble, incluso en algunos casos, ética.

¿Qué ha podido ocurrir para que a tanta gente se le haya podido pasar que esta empresa realmente no era de fiar? ¿Por qué no se han seguido todas las verificaciones y medidas pertinentes? Desde nuestra experiencia en Omnicom PR Group, para colaborar con marcas siempre se piden una serie de requisitos fiscales y financieros indispensables para poder cerrar la colaboración y la firma del contrato.

FACUA, asociación de consumidores sin ánimo de lucro que ha denunciado ante la fiscalía general del Estado el fraude cometido, ha podido comprobar que en la web de 7Vuelos no aparecía la información básica obligatoria que establece la ley (un teléfono de contacto, el nombre de la supuesta empresa tras el negocio y su NIF).

La página web de esta agencia de viajes ya ha dejado de estar operativa y las influencers que publicaron el contenido promocionado han eliminado dichos contenidos. Incluso algunas de ellas (muy pocas para ser honestos, tratándose de 90 perfiles) han dado la cara y están tratando de ayudar a los afectados. Pero ¿y ahora qué?

Varios medios de comunicación se han hecho eco del fraude como Marketing Directo o Puro Marketing, que como bien indica en un reciente artículo, la responsabilidad ética de los creadores de contenido implica cuestionarse ciertas prácticas y pone de manifiesto la necesidad de revisar los principios éticos que rigen la publicidad digital y los contenidos que se mueven en RRSS. Garantizar la protección del consumidor debe convertirse en un principio esencial dentro de este entorno en constante evolución.

Ojalá este desafortunado hecho de pie para un reglaje y control del marketing de influencia, para que realmente sea veraz y efectivo y no quede en un simple escaparate sin credibilidad alguna. Así los consumidores podrán continuar confiando en la publicidad en redes sociales y las marcas seguir aprovechando este escaparate tan cercano y efectivo para conectar con sus audiencias.

Firmado por: Susana Jiménez.