La brecha de autenticidad de la COP: greenwashing y desinformación climática
El contexto de las Cumbres del Clima de Naciones Unidas siempre es complejo y controvertido, y los temas a tratar siempre los mismos. La 29 edición de la COP no ha sido una excepción. Partíamos de nuevo de la polémica que suscita que la celebración del encuentro -por tercer año consecutivo- sea en un país productor de combustibles fósiles, y de la concurrencia de muchos intereses y pocos activistas, a lo que se sumó la expectación/preocupación por el impacto del resultado de la victoria de Trump en las elecciones de EEUU y su postura ante el desafío climático. O la noticia de que el primer día, Millei retiraba la delegación argentina de la cumbre, aunque no del Acuerdo de Paris. Y todo mientras las emisiones de dióxido de carbono alcanzan un nuevo máximo global en 2024, según una nueva edición del informe ‘Global Carbon Budget 2024’.
En resumen, las COP se enfrentan desde que comienzan a una crisis de autenticidad y a la sombra del greenwashing, y siempre se esperan con una mezcla de expectación, esperanza y escepticismo. Sin embargo, los expertos también señalan que es una oportunidad para que se logren acuerdos entre los países e ir dando pasos en el esfuerzo global para abordar el cambio climático.
De puertas para dentro, el tema central ha sido de nuevo el dinero: cuánto y quiénes tienen que aportar, a quién y bajo qué fórmula. O, lo que es lo mismo, el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés), un elemento clave del Acuerdo de París, diseñado para establecer un nuevo objetivo financiero para apoyar a los países en desarrollo en sus acciones climáticas post-2025. Las negociaciones han sido largas, tensas y difíciles y el resultado final de 300.000 millones de dólares anuales ha sido criticado por los países del sur global, que reclamaban el doble para hacer frente a una crisis a la que han contribuido en menor medida, pero de la que sufren más las consecuencias.
Si te interesan los detalles, puedes consultar el análisis de la cumbre en Climática.
Autenticidad y desinformación climática como amenaza para el ecosistema de la información
De puertas para fuera, hemos querido ir un paso más allá y llevarnos ese contexto a nuestro terreno, así que nos hemos centrado en un asunto paralelo al de la cumbre, pero no menos conflictivo y revuelto, y que se hace más visible y relevante en momentos como este: el de la comunicación acerca de la crisis climática.
Casi un centenar de especialistas y organizaciones han publicado una carta abierta durante la COP29 pidiendo a los gobiernos frenar la desinformación climática y alentar a sus empresas, en primer lugar, a reconocer públicamente la desinformación climática como una gran amenaza para el ecosistema de la información.
Para los gobiernos, el marco de actuación son los Principios Globales para la Integridad de la Información publicados recientemente por las Naciones Unidas, que recogen el compromiso de fomentar un entorno que apoye la toma de decisiones informadas y permita una gestión climática eficaz.
Y en lo que afecta a las empresas, situadas en el punto de mira, no sólo de los expertos, sino también de los consumidores, instan a los gobiernos a adoptar una definición de desinformación climática como engañosa y aquella por la que, entre otras cosas, “se tergiversan los datos científicos, incluso por omisión o elección selectiva, para erosionar la confianza en la ciencia climática, las instituciones, los expertos y las soluciones centradas en el clima; o se publicitan falsamente esfuerzos como apoyo a objetivos climáticos, que de hecho contribuyen al calentamiento climático, o contravienen el consenso científico sobre mitigación o adaptación, incluido el greenwashing o lavado verde”.
Mayor transparencia
Además, los firmantes piden a las empresas transparencia en los planes empresariales, en el reporte, en la presentación de informes y en el acceso a los datos, como puntos fundamentales. Una demanda que se suma a las exigencias cada vez más firmes de la normativa, y también a las de la sociedad, que quiere saber qué hay detrás de los productos que compra.
El cerco al greenwashing se va haciendo cada vez más pequeño y hace cada vez mayor la necesidad de la autenticidad como motor de una comunicación que responda a unas actuaciones empresariales o institucionales honestas y que pueden combatir la desinformación, las verdades a medias o la actitud de hacer como si esto no fuera con nosotros con la seguridad y la contundencia de acciones que vayan de la mano de una comunicación estratégica.
En OmnicomPRGroup trabajamos junto a nuestros clientes para ayudarles a analizar el contexto, identificar las áreas de actuación, asesorarles en su hoja de ruta estratégica para determinar qué son, qué quieren ser, y acompañarles en el camino de cómo quieren ser percibidos. En definitiva, ayudarles a estrechar su brecha de autenticidad.