¿Es sostenible la sostenibilidad?

Desde hace unas semanas es imposible no encender la televisión, leer cualquier periódico, o simplemente salir a la calle sin ver por todas partes las masivas protestas de los agricultores y ganaderos europeos en varios países, que está generando una gran preocupación en Bruselas. Y bien, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

La sostenibilidad es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario en los últimos años. A los retos coyunturales como la pandemia, el Brexit, la guerra de Ucrania, la tensión en el mar Rojo y una de las sequías más duras de la historia, se le suma un marco regulatorio exigente, preocupaciones de competencia, aumento de los costos de energía y el uso de los fertilizantes, entre otras.

El sector, que ha manifestado su preocupación por esta situación en numerosas ocasiones, y está repercutiendo el alza de costes en los precios, se ha echado a la calle para pedir medidas concretas.

Pero, ¿cuáles son las claves para entender las masivas protestas europeas?

 

1. Fuerte regulación ambiental europea y exceso de burocracia: La regulación medioambiental está tensionando muchos sectores y el agroalimentario no es ajeno. Es más, está siendo impactado de una manera severa y se refleja entre otras cosas, en los precios de los alimentos. Por este motivo, el sector lleva tiempo solicitando que las leyes climáticas se debatan con ellos, para poder lograr estos objetivos medioambientales, pero con una financiación adecuada y estudiando las herramientas para poder conseguirlos.

– Por un lado, solicitan una Política Agraria Común (PAC) más equilibrada. Con un presupuesto cercano a un tercio del total de la UE, la PAC no contenta a casi nadie. 

– En el año 2020 se publicó la estrategia Farm to Fork (De la Granja a la Mesa), parte del Green Deal, cuyo objetivo es garantizar una cadena de valor alimentaria sostenible haciendo que los sistemas alimentarios sean justos, saludables y respetuosos con el medio ambiente. Pero evolucionar hacia un nuevo sistema alimentario no es nada fácil y requiere una avalancha legislativa difícil de seguir. Asimismo, la COP26 en 2021 lanzó grandes desafíos al sector que han marcado la regulación.

 

2. Acuerdos de libre comercio y competencia desleal: Los trabajadores reivindican la naturaleza de los acuerdos de libre comercio que firma la Unión Europea con terceros países, a los que se les permite importar sus productos con unos estándares de sanidad y calidad inferiores a los que se exigen a los agricultores europeos.

 

3. Misma lucha con preocupaciones diferentes por países: Aunque las protestas comparten preocupaciones comunes, debemos tener en cuenta que existen otras más específicas dependiendo del país. Carbon Brief, medio especializado en novedades en clima y energía, ha recopilado una serie de preocupaciones específicas, (basadas en informes de los medios de comunicación y declaraciones de sindicatos de agricultores en 12 países de la UE), y las clasifica: cambio climático y/o emisiones de gases de efecto invernadero (verde); biodiversidad y/o conservación (amarillo); o no está relacionado con ninguno de los conjuntos de cuestiones (rojo).

 

4. Avances y cambios en los planes de la UE: La Comisión Europea está valorando algunas concesiones, como una evaluación del Pacto Verde Europeo, la creación de un mecanismo para la transmisión de precios justos a lo largo de toda la cadena de valor, o flexibilizar las sanciones, entre otras. Todas estas medidas están condicionadas a los resultados del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) que se celebrará el próximo día 26 de febrero.

 

5. Elecciones europeas y posible giro hacia la derecha: Este año habrá elecciones importantes en todo el mundo. Los ciudadanos de la UE elegirán nuevos miembros del Parlamento Europeo en junio y las encuestas sugieren que podría haber un giro a la derecha. Esto puede tener importantes consecuencias en materia de políticas europeas, principalmente en aquellas medioambientales, donde la posible nueva mayoría se podría oponer a que la UE emprenda acciones medioambientalmente ambiciosas para luchar contra el cambio climático.

– Desde el punto de vista político estas protestas se están organizando en torno a movimientos de carácter muy heterogéneos: en países del Norte de Europa, por ejemplo, existen partidos políticos de carácter agrario que cuentan con un sólido electorado y una gran influencia. En las últimas elecciones de Países Bajos, quedó en primer lugar una formación de estas características

Y, después de todo y a pesar de los esfuerzos de la UE, según un estudio reciente, el Informe sobre Desarrollo Sostenible en Europa, al ritmo actual la UE no logrará alcanzar un tercio de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) para el año 2030. Entre esos desafíos se encuentran los objetivos medioambientales y de biodiversidad, incluidos los sistemas alimentarios y territoriales sostenibles.

Asimismo, dentro de las acciones propuestas en la Estrategia de la Granja a la Mesa muchos analistas consideran que más de la mitad de ellas no han despegado y más de dos tercios probablemente quedarán sin terminar antes de la finalización del plazo propuesto, ya que requieren trasposiciones complicadas en los ordenamientos jurídicos nacionales.

Sin embargo, si de algo podemos estar seguros es que las preocupaciones de la sociedad civil son escuchadas por los decisores políticos y marcan la pauta a la hora de crear estrategias y planes regulatorios decisivos, no solo para el sector agroalimentario, sino para todos.
Por eso, en las próximas semanas veremos cómo avanzan las protestas para llegar a un equilibro entre ambas partes ante un momento decisivo que marcará el rumbo de los próximos cuatro años en las políticas europeas.

 

Si necesitas ayuda para detectar los riesgos regulatorios que tendrán un impacto directo en tu empresa en los próximos años, no dudes en escribirnos.

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