Trazabilidad, transparencia y moda
Hablar de sostenibilidad y moda es siempre un tema sensible, ya que reducir su impacto en el medioambiente es más complejo de lo que pueda parecer a simple vista.
La industria textil cuenta con una larga cadena con múltiples procesos que incluye también al propio consumidor si tenemos en cuenta el cuidado y lavado de las prendas y, finalmente, su desecho.
Una de las posibles soluciones que se ha promovido en los últimos años es la compra de productos de segunda mano, por lo que han surgido muchas iniciativas circulares. Algunos ejemplos son: la compraventa entre particulares en los ya más que conocidos Vinted, Wallapop o Milanuncios, los marketplaces de productos propios de segunda mano como Zara, el alquiler de prendas de ropa de forma ocasional como Olibati o con tarifas planas mensuales como Ecodicta o Lamasmona. Otros proyectos circulares van un paso más allá del compromiso por el medioambiente y también apuestan por el impacto social positivo. Este es el caso de Decathlon y su colaboración con Cáritas, con la que, además de fomentar el reciclaje de prendas, impulsa la inserción laboral, la formación, la educación, la capacitación y el progreso de los colectivos beneficiarios a través de la iniciativa Moda re-
Esta nueva tendencia de negocios circulares puede ser una buena solución para reducir el impacto consumista, pero, ¿es realmente sostenible a nivel medioambiental?
Lo que sí es cierto es que, como dice Lisa Williams, jefa de producto de Patagonia, una de las empresas de moda más inspiradoras en la actualidad, “la chaqueta más ecológica es la que ya está en tu armario”, una gran frase que invita a comprar menos y cuidar lo que ya tenemos. Siendo conscientes de que el impacto cero es una utopía, el consumidor busca, cada vez más, marcas honestas que compartan su impacto real. El compromiso de transparencia impulsado por algunas empresas, como la española Sepiia, se acaba convirtiendo en la mejor carta de presentación, una tendencia que cada vez gana más adeptos, especialmente en el entorno de las startups.
La trazabilidad, enemiga del Greenwashing
Los profesionales de la industria textil son muy conscientes de la problemática del sector con el medioambiente y buena prueba de ello son las múltiples iniciativas que surgen constantemente para reducir el impacto en el planeta. Debido a que la huella cero es un horizonte lejano, cada vez más se habla de la trazabilidad de las prendas, que podemos resumir como el conjunto de procesos, ubicación y trayectoria de un producto a lo largo de la cadena de suministros. En este sentido, podemos encontrar proyectos como XIRO, marca de denim de Galicia, un ejemplo perfecto de transparencia y compromiso por la honestidad.
En el futuro será muy común poder ver en la etiqueta de una prenda un código QR que te informe de la historia de vida de esa prenda, tecnología que ya ofrece la innovadora FibreTrace.
Mientras, la trazabilidad de los tejidos es más complicada y depende en gran medida del desarrollo de nuevas tecnologías. De todos modos, ya existen algunas herramientas como las recogidas en el informe Textile Trace Assessment, publicado por Textile Exchange y Fashion for Good. Si es de tu interés, puedes leer un resumen AQUÍ
Conocer la vida de esa prenda que quieres comprar y tener información sobre los procesos que ha vivido, y también quién y en qué condiciones la ha producido, puede ser una solución para todos aquellos consumidores que buscan prendas de calidad, éticas y sostenibles. Por otro lado, para las empresas supone un gran reto de transparencia solo disponible para aquellos proyectos realmente comprometidos y también una oportunidad única de conquistar a sus usuarios.
En definitiva, la trazabilidad en el sector de la moda aspira a convertirse en una aliada para aquellas empresas honestas que busquen aportar valor y generar relaciones de confianza.
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