Packaging sostenible, clave para conectar con los consumidores
Packaging sostenible, clave para conectar con los consumidores
Los españoles gastaron una media de 345 euros en las rebajas de 2024 según los datos del Observatorio Cetelem. Y una buena parte llegó a los hogares españoles en forma de paquete.
Esto supone una importante movilización de recursos y un impacto para el medioambiente, especialmente si los materiales usados no son reutilizables o biodegradables. En un momento en el que el consumo consciente ha dejado de ser una tendencia para ser una realidad consolidada, y la normativa ambiental cobra cada vez más importancia, esto significa mucho.
Y no solo afecta la presión regulatoria, los consumidores buscan cada vez más marcas que reflejen sus propios valores sostenibles, valorando aquellas que adoptan prácticas responsables. Según estudios recientes, el 62% de los españoles considera la sostenibilidad a la hora elegir una marca. Ante ello, el packaging es una herramienta estratégica y una oportunidad para transmitir estos valores y conectar con los consumidores cada vez más conscientes.
Un 2025 más exigente en materia legislativa
Es por eso que el packaging se ha consolidado como un elemento fundamental en la estrategia de las empresas, impulsado además por la normativa de la Unión Europea, pionera y cada vez más exigente.
Ejemplo de ello es que muy pronto entrará en vigor el nuevo Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR), cuyo texto ha sido recientemente aprobado. Esta norma tiene por objetivo fomentar reutilización y establecer requisitos de ecodiseño de los envases y prohibiciones de poner en el mercado determinados envases de plástico de un solo uso.
También será un año en el que habrá que estar pendiente de la implementación del Reglamento de Ecodiseño, que, mediante la adopción de actos delegados, determinará, entre otras cosas, normas como el pasaporte digital de producto, herramienta que permitirá acceder a la información relevante facilitando de forma significativa la trazabilidad de extremo a extremo, y requisitos específicos de ecodiseño para familias de productos.
Esta práctica, que tiene por objetivo limitar el impacto ambiental de los productos, supone una oportunidad para las empresas que trabajan en territorio europeo para liderar un proceso que, se intuye, no tardará en hacerse global.
Todo empieza en el ecodiseño
La sostenibilidad de un envase no puede entenderse si no es desde la misma concepción del producto y pensando en todo su ciclo de vida, hasta que se convierte en un residuo.
Ya sea para mejorar su reciclabilidad, para reducir la cantidad o el tipo de materiales empleados, o para innovar con otros nuevos, o potenciar la reutilización, las compañías centran parte de sus esfuerzos de I+D en todo lo que envuelve a su producto.
Las marcas que realmente triunfan no son solo aquellas que cumplen con la legislación vigente, sino las que van más allá, adoptando prácticas responsables, innovadoras y alineadas con las expectativas y valores de sus consumidores.
La I+D se dirige a mejoras en el origen de los materiales y su reciclabilidad, como en el caso los envases de las pizzas de Campofrío, los primeros en tener la certificación ECOSENSE al incorporar material reciclado procedente de las mermas de fabricación o utilización de la propia bandeja; o los boles de las Ensaladas Completas de Florette, que son 100% de origen reciclado y 100% reciclables, muy por delante de lo que marca la legislación europea (100% reciclable en 2030 y 50% reciclado en 2040).
Otra línea de investigación en el sector de la alimentación, uno de los que afrontan un mayor reto en términos de envases, es el de lograr materiales innovadores biodegradables y renovables como cáscara de plátano o de aguacate, algas, corteza, y otras muchas alternativas para sustituir al plástico.
La reducción de materiales y simplificación del embalaje también es una de las vías de actuación. Lenovo, con su Legion Gaming PC Packaging, ganador del premio Red Dot Best of the Best 24 y hecho a partir de cartón reciclado, reduce significativamente la producción manual y mejora la eficiencia, minimiza el uso de pegamento y elimina el plástico. Integra el cojín, la caja de regalo y la caja de envío en una sola unidad, lo que también reduce el volumen.
“Innovar en packaging no solo significa ser más competitivos, sino también encontrar soluciones prácticas y sostenibles que no afecten la experiencia del consumidor”, ha explicado Vicente Monserrat, director de compras en Grupo Agora (Ambar y Moritz). Ejemplo de ello es el lanzamiento al mercado de una botella fabricada en un 85,5% con vidrio reciclado. Además, gracias a su nueva forma y diseño ahorra un total de 1.138,5 toneladas de papel al año.
Otra tendencia en auge, para algunos productos de alimentación, cosmética y productos del hogar es el refill, la posibilidad de conservar el recipiente y rellenarlo en ocasiones sucesivas sólo con el producto.
Desde hace años Lush cuenta con su programa “Bring It Back”, por el que “alquilas” el bote y al devolverlo cuando hayas gastado el producto te devuelven 50 céntimos. Luego los envases se envían de vuelta a la fábrica para procesarlos y convertirlos de nuevo en aptos para su reutilización.
Por tanto, el ecodiseño permite a las empresas posicionarse ante sus potenciales consumidores no solo como sostenibles, sino también como referencia en materia de innovación, lo cual aporta valor añadido a su marca y aumenta la percepción de autenticidad frente a aquellas compañías competidoras que no lo hacen.
Foros como el Sustainable Packaging Summit, que se celebrará en noviembre en Utrecht o en España, las ferias como Hispack, que en su última edición se centró en mostrar el impacto positivo del packaging en la sostenibilidad, son un punto de encuentro para la innovación. Como también lo son los Premios Liderpack, que cuentan con una categoría para jóvenes, en la que las grandes empresas retan a los estudiantes de diseño a dar solución a problemas concretos de sus productos.
La importancia del packaging para construir sostenibilidad
El packaging es el primer punto de interacción del consumidor con la marca, y es que, la primera imagen que recibe el consumidor sobre las políticas de sostenibilidad de una empresa está en el paquete.
En España, el 48% de los consumidores considera el uso de embalajes reciclados como el principal indicador de sostenibilidad, según un informe de TRUE Global Intelligence y Smurfit Kappa, uno de los mayores fabricantes integrados de embalaje en base papel del mundo. Utilizar materiales reciclados, biodegradables o reutilizables refuerza la estrategia empresarial, mejora la experiencia del usuario y fomenta la fidelización.
En un momento en el que las decisiones de compra están cada vez más influenciadas por criterios éticos, las empresas tienen la oportunidad de transformar el packaging sostenible en una ventaja estratégica. No solo benefician al medio ambiente al reducir su impacto, sino que también fortalecen su conexión con los consumidores, diferenciándose como líderes de un cambio necesario y urgente.