Entrevista Ana Pastor: Vicepresidenta Segunda del Congreso de los Diputados y Ex Ministra de Sanidad y Consumo
¿Cómo ve la situación actual de la sanidad en España?
La Atención Primaria está considerada como la piedra angular de la salud, pero se están sucediendo múltiples protestas en diversas comunidades autónomas por la sobrecarga del servicio y para reclamar mejoras ¿Cuál puede ser la solución?
Desde luego, es un problema que existe en toda España, y se debe, principalmente, a la falta de planificación de las políticas de Recursos Humanos y la falta de profesionales de Atención Primaria. Urge una convocatoria extraordinaria.
Era necesaria una reforma urgente en las políticas de Recursos Humanos, como aprobamos en la Comisión de Reconstrucción del Congreso, con la aprobación de un Plan Nacional de RRHH y de apoyo a los profesionales sanitarios, con medidas que incentiven y optimicen la labor de los profesionales sanitarios, mejorando su retribución, pero también la formación continua y la coordinación entre la Atención Primaria, especializada y los servicios sociosanitarios, creando nuevas especialidades, incorporando innovación tecnológica…
Además, es necesario dar un profundo giro estratégico. Debemos poner el acento en los cuidados de larga duración, en las patologías crónicas, en un papel mayor de la medicina preventiva, y en la garantía de continuidad entre los distintos niveles asistenciales.
¿Debemos abordar la sostenibilidad del SNS desde un punto de vista estrictamente financiero o tener en cuenta la inclusión de aspectos sociales y medioambientales para lograr un SNS holístico coste/eficiente?
La sostenibilidad es un elemento imprescindible si queremos garantizar no solo el presente sino el futuro del sistema nacional de salud, como lo es la sostenibilidad de nuestras pensiones. Lo que es evidente es que nuestro modelo de financiación vigente debe ser revisado y actualizado. Como ya ha manifestado en diversas ocasiones el Sr. Núñez Feijóo, nuestro sistema de financiación necesita una reforma urgente, que debería contar con el consenso de todos.
Por supuesto, en la financiación de la sanidad hay que incluir los aspectos sociales y medioambientales y ponderar adecuadamente elementos tan relevantes como el envejecimiento de la población o la dispersión poblacional.
¿Considera que el Proyecto de Ley por el que se modifican diversas normas que consolidan la equidad, la universalidad y la cohesión en el Sistema Nacional de Salud, y que se encuentra en proceso de enmiendas, ayudará a fortalecer la Sanidad Pública?
Me temo que se ha perdido una ocasión magnífica para impulsar esa reorientación integral del sistema sanitario de la que le hablaba anteriormente. El texto aprobado por el Gobierno no ofrece soluciones a los problemas reales ni aporta nada a la calidad asistencial que nuestro sistema debe prestar al ciudadano. Es ineficaz, resulta superficial, y adolece de un sesgo ideológico que impide el consenso que requiere una ley de tanta importancia. No obstante, nosotros haremos todo lo que está en nuestra mano para revertirlo, a través de las enmiendas que vamos a presentar.
Porque la universalidad, equidad, cohesión y calidad del sistema ya lo garantiza la Ley de Cohesión y Calidad del sistema nacional de Salud de 2003. No era necesaria una reforma para garantizar tales derechos. Sin embargo, el Gobierno debería invertir recursos para reforzar la demanda asistencial de todos los ciudadanos y mejorar la cohesión y la calidad. Pero ese aspecto no lo trata esta norma.
Tampoco aportan nuevas medidas para reforzar la equidad y proteger a los pacientes de las desigualdades territoriales. Y además pretende censurar la colaboración del sector privado, recogida en la Ley General de Sanidad (art.90) y la Ley 15/97, ambas en vigor, y que fueron aprobadas con un gran consenso en su momento.
Los retos a los que se enfrenta nuestro sistema tienen que ver con las políticas de los Recursos Humanos, con la atención primaria, con la coordinación sociosanitaria, con la incorporación de la innovación para preservar la salud, con la digitalización del sector, tienen que ver con la necesidad de orientar la atención sanitaria hacia la prevención. El sistema sanitario del siglo XXI requiere una reforma estructural y no leyes sin consenso.
El gobierno aprobó en 2022 la Estrategia de Salud y Medio Ambiente en línea con el concepto One Health de la OMS. ¿Cuál cree que debe ser el objetivo principal de esta estrategia para que sea eficaz y se puedan implantar medidas de manera coordinada?
La coordinación entre Comunidades Autónomas es fundamental, y eso debería hacerse, en primer lugar, con un sistema de información sanitaria completo, desarrollado y homogeneizado, también con criterios de accesibilidad y una regulación unificada. Es vital que haya coordinación e interconexión dentro de la red sanitaria para que la vigilancia epidemiológica en especial, y el sistema sanitario en general, funcionen.
Pero además, abordar las crisis de salud pública, como la generada por la covid-19 o las que puedan surgir en el futuro, desde una perspectiva One Health, significa no solo coordinar las estrategias con las Comunidades Autónomas, sino también con todos los profesionales sanitarios de las diversas especialidades (salud pública, la salud animal, la salud vegetal y el medio ambiente). Todos deberían unir sus fuerzas para prevenir y detectar, por ejemplo, brotes de zoonosis y responder ante ellos, compartiendo los datos epidemiológicos y de laboratorio para responder de manera conjunta a las amenazas sanitarias. Por tanto, coordinación, educación, formación e información.
Los grandes avances que se están produciendo suponen un gran reto para el SNS ¿cómo se pueden abordar las inversiones necesarias para actualizar nuestro SNS?
La investigación e innovación está dando frutos esperanzadores, como podemos comprobar con la medicina personalizada de precisión. Son enormes las posibilidades que ofrece la genómica, la tecnología digital, la inteligencia digital, la robótica… en todas las áreas de la salud, desde la investigación biomédica y traslacional hasta la práctica clínica y salud pública.
Si bien es cierto que su incorporación a nuestro sistema resulta todavía muy costosa, también lo es que la medicina personalizada de precisión y la salud digital mejoran la forma de prestar asistencia sanitaria, al incluir estrategias de prevención, de diagnóstico y tratamiento mucho más eficaces y seguras. Y además, el sector salud ofrece una gran oportunidad de crecimiento económico para el país.
Por tanto, la apuesta por estos avances es indudable. Y para ello se necesita suficiente financiación para seguir innovando e incorporando la innovación a nuestro sistema.
Recientemente hemos conocido las cifras de suicidios en España, que han aumentado alarmantemente. ¿Cuáles cree que son las causas de este deterioro de la salud mental?
Según los estudios estadísticos, se aprecia desde 2020 un aumento considerable de los datos de mortalidad por suicidio en España, cuando hasta entonces, los datos desde 2001 se habían mantenido relativamente estables.
Desgraciadamente, la pandemia ha hecho que factores de riesgo asociados al suicidio, -como la pérdida laboral o financiera, el trauma o el abuso, los trastornos mentales y por uso de sustancias o las barreras para acceder a la atención médica- se hayan visto aumentados durante esta etapa.
En todo caso, según la OMS, el 9 por ciento de la población tiene algún tipo de problema de salud mental y el 25 por ciento lo tendrá en algún momento a lo largo de su vida. Una de cada cuatro personas tiene o tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida.
Por eso, debemos entender que la salud mental es una parte integral de la salud de las personas y la preservación de la salud mental requiere estrategias trasversales y multisectoriales.
Y especialmente preocupante ha sido el incremento de conductas suicidas entre nuestros jóvenes. En este sentido, la prevención, la detección precoz y el abordaje desde edades tempranas de problemas ligados con la salud mental resulta esencial ya que aproximadamente la mitad de los trastornos mentales aparecen por primera vez antes de los catorce años y más del 70 por ciento de todos ellos se manifiestan antes de los dieciocho años.
¿Hemos superado la Covid-19?
En todo lo relativo con el covid, debemos atender a los científicos y expertos, y en este sentido, la OMS mantiene la declaración de emergencia internacional y declaró a finales de enero que la covid-19 sigue siendo “una enfermedad infecciosa peligrosa”. No obstante, todos esperamos que la situación siga mejorando y que en poco tiempo podamos convivir con el virus ya sin considerarla una emergencia internacional. Desde luego, se debe seguir vigilando e intercambiando información sobre su evolución, para adelantarnos a cualquier acontecimiento, pero también es cierto que en estos años hemos aprendido mucho de la dinámica del virus y contamos con muchas más herramientas para enfrentarnos a él, como han sido y siguen siendo las vacunas.
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